En Svalbard, un lugar en Noruega cerca del Polo Norte, se conservan millones de semillas en un almacén subterráneo. Los científicos lo llaman el Arca de Noé Vegetal y se creó para preservar la biodiversidad en caso de una catástrofe mundial. Se eligió ese lugar porque está apartado, pero también porque es uno de los más fríos del mundo, y funciona como un congelador. Pero resulta que, precisamente por eso, Svalbard es, también, la zona cero del calentamiento global. Hace unos días un grupo del CSIC viajó allí para hacer el primer depósito de semillas de España, pero no pudieron entrar: hace años que la entrada a esa cúpula de hielo está prohibida. Varios periodistas de EL PAÍS, sin embargo, entraron antes. Con ellos descubrimos —y entendemos— cómo el sitio donde se conserva el planeta es también el lugar donde más se ve la destrucción.