Hace unos años, las redactoras de EL PAÍS consultaron a expertas y pidieron modificaciones en el Libro de Estilo para darle un trato igualitario a hombres y mujeres. Una de las cuestiones tenía que ver con la forma en que nombramos a unos y a otras, y aunque quedó claro que nombre y apellido es lo correcto en ambos casos, a veces, también a nosotras, se nos cuela un nombre propio.