El cemento se usa desde tiempo de los romanos, pero con la Revolución Industrial llegó el cambio de modelo por el que se empezó a producir de forma mucho más rápida y más barata. De esa forma, se pudo construir a un precio módico y también se generó empleo, pero con el tiempo se descubrió que tanta facilidad tenía un precio: la producción de cemento representa por sí sola hasta el 7% de las emisiones mundiales de CO2. Es decir, más que todas las emisiones de la Unión Europea o India y solo por detrás de las de China y Estados Unidos.Documentales como, Architecton, del ruso Viktor Kossakovsky y distintos ensayos reflejan y reflexionan ahora sobre las consecuencias de un abuso que ha quedado plasmado en los paisajes de España y que pueden verse en películas como Huevos de oro de Bigas Luna o Los golfos de Carlos Saura.