La esperanza de vida crece en todo el mundo y con ella las enfermedades neurodegenerativas, que suelen estar asociadas al envejecimiento. La más común es el alzhéimer, que sufren en España alrededor de 800.000 personas. Pero si hasta hace unos años todo lo relacionado con esa demencia parecía un callejón sin salida, ahora los progresos científicos avanzan poco a poco. No solo en lo relativo a los fármacos, también en lo relacionado con la detección precoz, en la que los investigadores trabajan para lograrla incluso cuando el paciente no tiene síntomas. Son avances lentos pero que invitan al optimismo y tienen como objetivo estar preparados para cuando por fin llegue la cura.