El calvario legislativo para aprobar la Ley de Restauración de la Naturaleza (LRN) comenzó cuando el Partido Popular Europeo (PPE), que hasta entonces había apoyado la normativa, hizo un llamamiento en la primavera de 2023 para tumbarla en la Eurocámara. Finalmente, no lo ha conseguido, pero el desgaste político para los países ha sido fuerte. El PPE adopta posturas propias de partidos ultra y se teme que esta negociación sea el modelo que vaya a seguir Europa con temas tan decisivos como el cambio climático.