Después de casi un año acaparando el debate político y la polémica, la Ley de Amnistía ha sido aprobada por el Congreso de los Diputados. Ha sido en un pleno cargado de tensión, con 177 votos a favor y 172 en contra, y previo veto en el Senado. Todavía tiene que publicarse en el Boletín Oficial del Estado, y después pasar por el aval del Tribunal Constitucional y de la justicia europea, pero algunas consecuencias parecen claras: que Carles Puigdemont pueda volver en el corto plazo a Cataluña, y, sobre todo, que la política nacional pasa del todo página del ‘procés’. Eso, en medio de una campaña de las europeas que se vuelve a ver envuelta por temas domésticos. Todos los partidos tendrán que cambiar o adaptar su estrategia a este nuevo escenario.