Cada vez hablamos más de educación , consentimiento y también de deseo sexual. Pero hay un concepto, que engloba a su vez todos los anteriores, sobre el que se debate menos, quizá porque se da por hecho: el de la satisfacción sexual.Durante generaciones, y aun hoy para muchas personas, es un asunto que apenas se plantea debido a las convenciones sociales o a las violencias. Pero existen tantas formas de estar satisfecha sexualmente como personas. Es un valor subjetivo, una respuesta que solo cada uno puede dar sobre sí mismo, lo que no quiere decir que no se pueda medir o investigar. De hecho, hay gente que se dedica a hacerlo. Porque además de ser objeto de estudio, disfrutar de una sexualidad libre y placentera forma parte de los derechos humanos.