Por primera vez, organizaciones civiles de Sudamérica han cruzado el Atlántico para denunciar los daños que ha provocado una multinacional europea en sus países. Lo han hecho en Alemania, ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, contra Bayer, la farmacéutica que también es un gigante en el mercado de pesticidas. La acusan de promover un modelo que provoca escasez, contaminación de alimentos y agua, deforestación masiva y la pérdida de biodiversidad. Y en un momento en que Europa acaba de aparcar su plan de reducir los químicos en la agricultura.