La Operación Brody, que destapó una supuesta trama de corrupción en el seno de la Real Federación Española de Fútbol, es la confirmación de la caída en desgracia del expresidente Luis Rubiales, que llegó al cargo prometiendo acabar con la corrupción que marcó el mandato de su antecesor, Ángel María Villar. La Federación Internacional de Futbol, la FIFA, organismo del que depende la Federación Española, se plantea intervenir la entidad cuando la Fiscalía ha pedido más de dos años y medio de cárcel a Rubiales por el beso no consentido a Jenni Hermoso.