El bombo, la caja y el platillo son la base del techno. Esta música de los clubes de Berlín acaba de entrar en la lista del patrimonio cultural inmaterial protegido por la UNESCO. Es una escena única en el mundo: clubes sin hora de cierre que pusieron la banda sonora a una época, a la euforia que vivió la capital alemana cuando cayó el Muro. Hoy esas fiestas siguen uniendo a todo tipo de gente. Y el reconocimiento sirve entre otras cosas para proteger a los clubes de la gentrificación urbanística.