La Casa Real británica está lidiando con una crisis de credibilidad desde hace días: la princesa de Gales, Kate Middleton, envió una foto a los medios. Una imagen retocada con la que pretendía contener los rumores sobre su salud. Pero ha provocado el efecto contrario: echar leña a las teorías de la conspiración en redes y en los tabloides. En un momento en que el rey Carlos III ha dado un paso atrás por el cáncer y la realeza intentaba evitar la sensación de trono vacío. Analizamos la polémica con el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda, Rafa de Miguel y con Martin Bianchi, coordinador de Estilo de Vida en El País Semanal y colaborador de la sección de Gente de EL PAÍS.