Los contagios de gripe se han disparado este invierno, subieron un 75% en la última semana de diciembre. Como consecuencia, Sanidad obliga ahora a las comunidades autónomas a imponerla, de nuevo, como durante la pandemia por Covid-19, en los centros hospitalarios y sanitarios. Como consecuencia: un nivel de enfrentamiento político que convierte a la mascarilla en un arma arrojadiza. Nos lo cuenta Pablo Linde periodista especializado en Sanidad.