Israel sigue bombardeando Gaza. La guerra va para largo y será difícil, dice el primer ministro israelí. Los camiones de ayuda humanitaria entran con cuentagotas en la Franja y Benjamin Netanyahu se niega a un alto el fuego. Lidera el gobierno más radical, más a la derecha, de la Historia de Israel. La población le apoya en la invasión de Gaza y en su voluntad de acabar con Hamás, pero Netanyahu está contra las cuerdas por no haber visto venir los ataques del 7 de octubre. Sus días como gobernante parecen contados, aunque dependerán cómo acabe el conflicto.