La derecha más radical tiene problemas con la ciencia. Así lo indican numerosos estudios, que indican que desde la pandemia el problema se ha agravado y la tensión que genera asoma con frecuencia en el discurso político. Entre los factores que contribuyen a esa desconfianza cada vez mayor están también los conocidos como mercaderes de la duda, supuestos expertos contratados por empresas que se dedican a hacer contra informes que benefician a sus clientes para contradecir investigaciones serias.