La caída de la natalidad de las últimas décadas se ve en las aulas de infantil y primaria, las que tradicionalmente conforman los colegios, que esta semana vuelven a abrir. La inmigración amortigua algo que cada vez haya menos niños y niñas, pero no compensa. Eso sí, no afecta igual a centros privados y públicos ni a zonas rurales y urbanas. Y sobre todo, todavía no hay políticas claras sobre cómo afrontar este fenómeno social.