Su única pasión es la fiesta. Vive por y para el hardcore y las raves. Homófobo y violento, Stephan tiraniza a su madre y guarda el peor de los recuerdos de su padre, al que nunca ve. Sin oficio ni beneficio, este joven de 19 años parece destinado al mayor de los fracasos en la vida si alguien no lo remedia.