Carlos ha vuelto a Lasiesta para vivir con Rosalía sus últimos días de vida, pero su estancia en la casa Cortázar no va a ser fácil. Con Mar en libertad, Pablo vuelve a estar atrapado entre dos mujeres: sabe que ha fallado a la joven de la que está enamorado. Mar siente lo mismo por él, pero para volver a estar juntos impondrá sus propias condiciones. Ahora que Ortega cree haber resuelto el caso de Rosalía, solo queda un asunto pendiente: el asesinato de Mónica Robledano comienza a estar más cerca que nunca de resolverse. Mientras, Miguel ha tomado una decisión. Está cansado de pelear por los intereses de un apellido con el que, cada vez, se siente menos identificado. Ha llegado el momento de poner tierra de por medio antes de que el cargo de conciencia de lo ocurrido con Jesús Reverte acabe con él. Solo existe una persona que puede retenerle allí: Lucía, la cual sigue empeñada en recuperar sus bodegas a cualquier precio.