La formación ha pasado de una base técnica a la especialización: asaltos tácticos a aviones, abordajes en alta mar, su primer salto en paracaídas. Están superando pruebas que jamás hubieran imaginado y cada pequeño triunfo es para los aspirantes al G.E.O. la justificación de todo el dolor, el sacrificio y el sufrimiento que están viviendo.