“Frank de la Jungla” consigue destapar una red de explotadores de osos en Vietnam que comercian con la bilis de estos enormes animales en el mercado negro.
La bilis de los osos es un líquido muy preciado en el mercado negro asiático, ya que se comercializa como remedio para facilitar la digestión, curar algunas enfermedades y aumentar el vigor sexual, entre otras supuestas propiedades. Los furtivos dan caza a estos animales y los mantienen encerrados en pésimas condiciones de higiene con el propósito de extraer periódicamente este líquido de sus vesículas. Frank Cuesta, Nacho Medina y Santiago Trancho se hacen pasar por turistas occidentales para acceder a esta red y captar las torturas y el maltrato que sufren estos animal que están en peligro de extinción.
El equipo de “Frank de la Jungla” viaja hasta el distrito de Puch Tó en Vietnam. El Gobierno vietnamita permite tener a los osos en casa como “animal de compañía” siempre y cuando estén controlados por un “chip”, pero la habilidad de los explotadores no tiene límites: mediante una pequeña incisión, apenas perceptible a la vista, extraen un litro de bilis de su vesícula varias veces a la semana, una práctica prohibida y perseguida, pero estratégicamente oculta ante una posible inspección.
Frank Cuesta, Nacho Medina y Santiago Trancho se introducen en esta red para descubrir cómo estos osos son encerrados en jaulas sin ningún tipo de higiene y son torturados sistemáticamente para esa práctica ilegal.