Guillermo ha vuelto a ver a Laura. Le reconoce que tenía razón respecto a Lucía. Está indignado pues cree que Lucía lo ha tomado a él como un personaje de su novela y lo ha caracterizado como un ser miserable. La denostación que ve en Lucía lo lleva a halagar a Laura. Su situación ha cambiado, y sobre eso gira la sesión.