El matrimonio de Nancy y Jesús llevan preocupados al papá de Jesús al consultorio de Guillermo por un cuadro depresivo. Carlos casi no habla, son su hijo y su nuera quienes relatan que ha quedado viudo, que vivía en un pueblito del norte de Santa Fe y que su hijo lo ha traído a vivir a Buenos Aires luego de la muerte de su esposa. Carlos es un hombre muy religioso, con prejuicios con la terapia, pues considera que no está loco.