Tenía 20 años, era de Sevilla, padecía sarcoma de Ewing y se lo contaba al mundo a través de sus redes sociales. Elena ha muerto, pero nos ha dejado un legado para siempre, convertida en todo un símbolo de cómo compartir el dolor y de hacerlo con una sonrisa. Analizamos ese legado con Marta Sotillo —periodista de YO DONA—, Elena González —del equipo de redes sociales de EL MUNDO— y la psicóloga Ana Belén Medialdea