Un centenar de ancianos, mujeres y niños han escapado de la ya icónica acería Azovstal, donde resisten los últimos de la defensa ucraniana de la ciudad. Los civiles supervivientes han conseguido llegar a la vecina Zaporiyia, territorio libre. Desde allí, el reportero de EL MUNDO, Javier Espinosa, nos acerca sus testimonios y desvela la importancia que Mariupol tiene para Rusia y por qué todavía no ha caído en sus manos