20 años después, nos acercamos al mayor ataque terrorista de la historia de España. Aquella mañana cambió la vida de muchas personas para siempre. Hay heridas que todavía están abiertas. El día de Dori y el de Gabriel empezó en puntos distintos de Madrid, pero se juntó fatídicamente en las cercanías de la estación de Atocha. Ella iba a trabajar en uno de los trenes de cercanías que salió desde Alcalá de Henares y estalló en la calle Téllez, él fue uno de los médicos de Emergencias que acudió a socorrer a las víctimas