Miles de pequeñas bolitas de plástico han aparecido inundando decenas de playas gallegas (y ya han llegado también a Asturias). Hay quien lo compara, incluso, con lo que ocurrió con el Prestige hace más de 20 años. La situación ha entrado en la precampaña y se está utilizando como arma política. Lo analizamos con Natalia Puga, periodista de EL MUNDO en Galicia