Cristina Gallego se pone en la piel de Margarita Robles para ultimar los preparativos de la cumbre de la OTAN, un evento en el que "todo debe salir a la perfección" y cuya organización genera cierto estrés a las 'ministra de Defensa', tal y como le traslada al 'recluta Mateo', que "no la veía tan alterada desde que le tocó Ione Belarra en el amigo invisible en el Consejo de Ministros".