Dos millones de euros es el desorbitado precio que pide una farmacéutica por un medicamento que puede mejorar sustancialmente la calidad de vida de niños con atrofia muscular espinal, una enfermedad rara e incurable. El Ministerio de Sanidad está negociando con el laboratorio que lo comercializa para incorporarlo a la cartera de medicamentos financiados por el sistema público de salud.