Lo tenemos claro: si vuelve la antigua normalidad, vuelven las borracheras. Aunque quizá no se hayan ido nunca... o eso parece, a juzgar por los hábitos de la población durante la pandemia. El Grupo no defrauda y no nos han faltado historias de cogorzas. Borrachos deplorables, borrachos amorosos, borrachos místicos, borrachos fantasma... Toni Acosta cada vez bebe menos, pero le fascina examinar a estos especímenes como buena actriz de método. Sílvia Abril, por su parte, no necesita el alcohol para ser impredecible ni para trabucarse. Atentos a los consejos de ambas para no sufrir una resaca como la de cierto emperador macedonio.