En un programa con tanto sabor catalán y canario no podíamos obviar nuestra querencia por los dejes, entonaciones y demás fenómenos lingüísticos. Aunque algunos sientan que tengan que prescindir de su acento para limar asperezas, en El Grupo andamos enamorados de la diversidad. Bielorrusos con acento murciano, rumanas fascinadas por el gallego, franceses aprendiendo a saludar en castellano... ¿Y qué nos decís de los alemanes con acento isleño? Sílvia Abril controla todas esas variantes (o eso dice), pero peor es lo de Toni Acosta, que tortura a irlandeses inocentes con las erres.