La nao San Miguel llega a Santa Catalina y es recibida por el resto de los expedicionarios que iban a bordo de la nave comandada por Becerra. Éste informa a Mencía que llegaron hace seis meses y que su nave se ha hundido en la bahía por los desperfectos del viaje. La tercera nave que partió con ellos se ha hundido en el mar. La expedición se instala en la playa donde están protegidos de los indios que los rodean. Trejo le pide a doña Mencía que le permita casarse con su hija pero ella le niega el permiso. María por iniciativa de Ana se enfrenta a su madre y le dice que va a casarse con Trejo y Mencía finalmente da su consentimiento. Todos celebran la boda en la playa. Los indios están cada vez más cerca del campamento y la expedición decide abandonar viajar hacia el norte donde fundaran la ciudad de San Francisco. Mencía y las mujeres parten en el primer viaje y Salazar regresa con el barco a por los demás. Pero la nave encalla en las rocas y parte de los marineros mueren ahogados. La expedición está mermada. La única manera de sobrevivir es construir un bergantín con los restos de la nao y navegar hacia la ciudad portuguesa más próxima. Nueves meses después la barca está lista y Salazar y unos pocos hombres están dispuestos a partir.