El agua es el disolvente universal. Se cuela por todas partes cincelando simas, cañones y cuevas. En ellas hacen su hogar extraños y misteriosos animales como insectos o crustáceos ciegos y albinos o los murciélagos, reyes de la oscuridad. El ingenio humano ha diseñado mecanismos para abastecerse de agua cuando ésta escasea. Acequias, canales, fuentes y pozos forman, con el paso del tiempo, un curioso ecosistema donde anidan aves y se crían peces y mamíferos.