Henar Álvarez siempre anduvo en la periferia. En la física, en un barrio muy barrio de Madrid; en la intelectual, mandando desde la comedia las mayores cargas de feminismo, cine, arte y cultura; y en la estética, orgullosamente bakala, provocativamente de parque y asfalto. A Henar los malos le pasan muchas cosas, pero no que destroce el sesgo de clase y los roles de género sin piedad y con talento. Pero, ¿de dónde viene Henar? Vamos a tocar el timbre a Aluche y a pedirle que baje.