La Mina empieza donde acaba el glamour de esa Barcelona de rascacielos que configuró el Fórum de 2004. Allí estaba antes de esos edificios indecentemente altos y ahí seguirá, orgullosamente multicultural, imparablemente luchadora. Y en La Mina, como siempre, su hijo predilecto, el tipo que llevó su nombre a lo más alto de nuestro deporte y del olimpismo. Vamos a La Mina, porque allí seguro que nos encontramos a Gervasio Deferr.