La infancia de José Miguel Monzón Navarro la marcan muchas circunstancias, pero sobre todo dos conceptos que hoy significan cosas muy distintas: la salud mental y la religión. Comprendiéndolas, batallando contra ellas, aquel crío se convirtió en un hombre al que le cuesta demostrar el cariño y que vive en permanente batalla contra el poder de la sinrazón. Para saber qué hay de Chechu en El Gran Wyoming, vamos a tocar un timbre de la Prospe y a pedirle que baje.