Con motivo del primer centenario de la conquista del Polo Sur, Jesús Calleja se traslado a la Atlántido con un reto personal en la mente: correr media maratón en el Polo Sur. Una vez superado el primer desafío, el siguiente objetivo era aún más complicado si cabe: alcanzar la cumbre del Widereofjellet, el pico de mayor altura de toda la zona. Se trata de la cumbre de una remota montaña, casi inexplorada por el hombre.