Si Amarna Miller pudiera llevar su casa en la mochila, sería la persona más feliz del mundo. De momento, se conforma con llevar siempre una mochila con lo esencial. La mochila de Amarna es su +1. Pero claro, cuando se convierte en algo tan importante, no sirve cualquier mochila. Tiene que ser perfecta: bolsillos grandes y útiles, cremalleras de metal bien resistentes, muchas argollas… Y espacio suficiente para bordarle un parche después de cada viaje. Aunque eso haga que la mochila acabe pesando el doble.