El Subcomisario Leiva se niega a cerrar el caso y culpar a Joaquín Acevedo pese a las pruebas que revisó el Fiscal. Según su nueva teoría, el verdadero culpable es un psicópata con alto poder adquisitivo. Dada su actitud, el Prefecto invita a Gonzalo a retirarse del caso. Sin embargo, tras una llamada de Javiera, Leiva le comunica a su superior que desea continuar y terminar el caso.