¿Qué hacemos con los silencios que heredamos? Cuando Rosana era pequeña, lo que más le gustaba era jugar a ser espía. Y su lugar preferido para jugar era su casa, donde encontraba misterios que no comprendía. El más grande de todos: que su madre desaparecía de casa sin ninguna explicación. Cuando cumple 18 años, en su casa suena el teléfono. Esa llamada revela el secreto más grande de su madre. Era un secreto que tenía que ver con ser una mujer que se atrevió a romper las normas de su tiempo.