Lola es una actriz sin trabajo y con una tremenda confusión mental, por lo que no acaba de centrarse en ninguno de sus papeles reales de modelo, amante, compañera, amiga o fregona de cierto fotógrafo.
Yaco, el niño de una vecina, queda al cuidado de Lola en un momento bastante inoportuno. Los problemas se suceden cuando el niño comienza a echarse a la boca todo cuanto cae en sus manos.
Lola se prepara a fondo para una prueba en la que necesita presentar un número de baile y canto.
En sus esfuerzos por memorizar los parlamentos de Desdémona, Lola acude con asiduidad a la consulta de un especialista en temas de relajación.
Hay celos en la relación de Lola y Gonzalo, motivados por la aparición de Loreto, prima carnal del fotógrafo que sirve a este como modelo.
Ángela, la madre de Lola, ha tenido un desliz con un hombre al que conoció por correspondencia y del que solo sabe que firmaba como "el soldado desconocido".
Lola está intentando relajarse cuando irrumpe un bombero por la ventana. Con Antonio Iranzo como actor invitado.
Lola acepta un trabajo como comentarista de un combate de boxeo. Con Paco Algora como actor invitado.
Lola está paseando a Lysístrata, su perra, cuando irrumpe de forma involuntaria en el rodaje de un programa de televisión.
Gonzalo se somete a un chequeo médico, cuyos sorprendentes resultados intrigan a Lola.
La imaginación de Lola se desata por la noche. Mientras la pareja duerme, entran en escena extraños visitantes. Con Julio Monje y Guillermo Montesinos como actores invitados.
Lola busca cocinera. Entre las candidatas al puesto se presenta un señor muy tranquilo, llamado Matías, que además de cocinar toca el violoncello. Con José Luis Coll como actor invitado.
Boda de Gonzalo y Lola, a la que asisten como invitados la mayoría de los personajes con los que han tratado.