Es febrero de 2004 y la empresaria de 39 años Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn asiste a una partida de caza aristocrática en la campiña española. ¿El anfitrión? Juan Carlos I, el rey de España. Experta en armas, Corinna llama la atención del rey, quien más tarde la invita a almorzar en el pabellón de caza de Madrid al que Corinna vendría a llamar “su casita”. El rey deja claras sus intenciones: puede estar casado, pero quiere algo más que una amistad con ella. Poco después, cientos de cartas escritas a mano y ramos de flores llegan a la puerta de Corinna. Pero a medida que se intensifica su romance con Juan Carlos, descubre un lado más oscuro del palacio, escondido del público.
Juan Carlos se convirtió en un héroe nacional cuando salvó la incipiente democracia española, pero ¿quién era él antes de eso? Durante los fines de semana en la casita, Corinna le pregunta al rey sobre su turbulento pasado, desde la trágica muerte de su hermano menor hasta su crianza bajo el yugo de un brutal dictador: Francisco Franco. Pero pronto ve que esos días han quedado atrás. Ahora Juan Carlos está nadando en la abundancia, regresando de viajes al extranjero con maletas llenas de dinero en efectivo. Adónde va el dinero es otra cuestión, porque una vez que el rey lo tiene en sus manos, tiene una facilidad para hacerlo desaparecer.
Los días de Corinna con Juan Carlos son un torrente de altibajos, rosas y espinas. Una invitación al palacio termina en un enfrentamiento con la reina, y cuando Corinna se une al rey en un viaje oficial a Arabia Saudita, es relegada a un segundo plano. A pesar de todo, los gestos románticos extravagantes no se detienen, y su creciente influencia sobre el rey la convierte en una enemiga poderosa. El jefe del servicio secreto de España advierte a Juan Carlos sobre el peso de Corinna en el palacio, pero nadie advierte a Corinna de lo que se dirige hacia ella.
Corinna decide seguir siendo amiga de Juan Carlos, quien quiere llevarlos a un viaje de safari a Botsuana para celebrar el décimo cumpleaños de su hijo. Pero pronto descubre que el viaje es para el mismo Juan Carlos, y él ha traído cajas de vino para su propia diversión. Después de una noche de consumo excesivo de alcohol, el rey se tropieza y se cae, hiriéndose gravemente, y el grupo se ve obligado a hacer una salida de emergencia. Aterrizan en Madrid sin saber que la noticia se ha filtrado y les espera una tormenta mediática. Juan Carlos se disculpa de forma concisa con el pueblo español, con la esperanza de que el escándalo pase. Pero para Corinna, la pesadilla apenas comienza.
Tras el desastre de Botsuana, Corinna recibe una incómoda visita del nuevo jefe del servicio secreto español, el general Félix Sanz Roldán. Está pidiendo favores que son más como amenazas. Pero Juan Carlos se disculpa y le da a Corinna un regalo sospechoso. Poco después, Corinna se ve implicada en un escándalo de corrupción que involucra al yerno del rey. Corinna intenta limpiar su nombre, pero el palacio responde con una feroz campaña mediática que daña la reputación de Corinna y hunde su negocio. Mientras tanto, Juan Carlos, cada vez más alejado de su familia, quiere reavivar su relación con Corinna.
Corinna rechaza la propuesta de Juan Carlos. Pero Juan Carlos, ahora el ex rey de España, solicita acceso al regalo. Su abogado lo detiene frenéticamente, ya que el regalo no está declarado y lo metería en problemas legales. Rechazado varias veces en múltiples frentes, Juan Carlos desata otra letanía de mentiras sobre ella a los medios y sus amigos en el Medio Oriente, desacreditando a Corinna a nivel mundial. Está en su punto más bajo cuando su círculo cada vez más reducido de amigos de confianza le dice que hay alguien que podría ayudarla: un hombre llamado José Manuel Villarejo.
Al ver las enormes reservas de dinero del ex rey a través de los que se aprovechan de él, Corinna corta todo contacto con Juan Carlos. También se entera de que Villarejo, que parecía estar de su lado, ha estado grabando en secreto sus encuentros y ha filtrado la grabación. Para empeorar las cosas, Juan Carlos hace todo lo posible para que la familia de Corinna se vuelva en su contra. Corinna finalmente se encuentra cara a cara con Juan Carlos por primera vez en años durante un almuerzo en su casa. Al final de la comida, Corinna decide llevar a Juan Carlos a los tribunales de Londres.
Tras su caída en desgracia, Juan Carlos se retira de la vida pública a Abu Dabi. Corinna se encuentra sumida en investigaciones en múltiples jurisdicciones, donde sus cuentas bancarias son cerradas una por una. Cuando una orden de congelamiento desciende sobre su cuenta bancaria de Estados Unidos, Corinna contrata a un ex agente del FBI y coopera con las autoridades americanas, en lugar de luchar contra ellas. Mientras intenta demostrar su inocencia, Corinna es fotografiada en secreto en un restaurante y vuelve a aparecer en los medios españoles. Avance rápido hasta 2022: el caso continúa abierto y Juan Carlos se aferra a la inviolabilidad que tiene como rey para esquivar las acusaciones de Corinna.