Vigilantes y porteros

¿Cómo son las personas que se dedican a la seguridad de los locales de ocio? ¿Qué implica su trabajo? ¿Cómo se forman? ¿Qué tipo de vida llevan? Samanta Villar da respuesta a estas y otras preguntas en una nueva entrega del programa. Varón o mujer, miembro de la Unión Europea, sin antecedentes penales, con conocimientos sobre los derechos y deberes fundamentales de la Constitución Española, nociones básicas de delitos contra las personas, la libertad, la seguridad y la salud pública. Este es el perfil requerido para trabajar en labores de control de acceso en locales de copas y discotecas, según datos de la Comunidad de Madrid, autonomía que ha regulado mediante diversos exámenes y la correspondiente acreditación la realización de este tipo de cometidos. Apenas quedan días para que la discoteca Pirámide de Castellón celebre entre fuertes medidas de seguridad su fiesta de 15º aniversario. Se trata de un evento de doce horas de fiesta ininterrumpida para el que se espera que acudan 4.000 personas. Francis es el director de la discoteca. Su trabajo consiste en coordinar cada una de las parcelas que la componen a lo largo de la noche (vigilancia, camareros, pista, enfermería…). Los riesgos son muy altos, pero él tiene claro su papel: “Mi función es que, al final de la noche, todo sea perfecto”. Francis reconoce que no es habitual que estos centros tengan una enfermería como la suya, pero avisa de su utilidad: “Sabiendo la cantidad de gente que puede llegar a haber en una sesión, una enfermería debería ser de cumplimiento obligatorio”. Explica que la mayoría de las veces acuden pacientes que se han hecho un corte, han sufrido lesiones leves o son víctimas del abuso de diferentes sustancias. Su respuesta a qué han tomado siempre suele ser la misma: “¡Nada!”, dice Francis entre risas. A lo largo de la noche del aniversario de Pirámide, conocemos a algunos de los jóvenes que se acercan hasta allí y veremos cómo la