Mandolino ha vuelto a ver a su amigo Armando para pedirle que por favor le cuente la verdad a su familia sobre lo que le está sucediendo. Sin embargo, para Armando, las cosas están aún más difíciles y se niega a contar que tiene alzheimer. A pesar de eso, Marco ya se ha ido dando cuenta que algo le está pasando a su papá, dadas las extrañas actitudes que ha tenido. A pesar de mostrarse bastante entero y no tan afectado, en medio de la cena familiar de la semana junto con Malú y su hijo Marco, Armando finalmente, rompió en llanto delante de ellos, provocando la preocupación de ambos. Luego de eso, y de calmarse un poco, el chef les comentó a su mujer y su hijo, que los quería mucho. La situación hizo que Marco le comentara a Malú que quizás era necesario llevar a su papá a un especialista.