Ana Besteiro, una vecina de Vilches, sufrirá una urgencia médica en su domicilio y, tras conocer que tiene que ser trasladada al hospital, confesará que
padece agorafobia, por lo que Vilches decidirá sedarla. Paralelamente, en el Central ingresará un peligroso delincuente condenado por violación. Ana se enterará y perderá los nervios, ya que desarrolló su agorafobia a
raíz de sufrir una violación.