Gimeno será invitado a un encuentro con sus antiguos compañeros de colegio al cumplirse el 25 aniversario del fin de los estudios escolares. Gimeno asistirá sin mucho convencimiento y allí responderá a las preguntas de todos con mentiras, la mayoría improvisadas e incluso contradictorias. El médico se reencontrará con Abel, un ex-compañero que era el típico gracioso de la clase, al que la vida no le ha tratado muy bien. Se siente un fracasado y escuchar las peripecias que cuenta Gimeno agravará su sensación de impotencia, lo que le llevará a encadenar una copa con otra. Cuando ya está borracho hará algo que desde hace tiempo planeaba.
Además, en este capítulo, Guille aceptará trabajar para el ala privada del hospital. Cuando Vilches se entera de su decisión discutirá con él, ya que no entiende que su propio hijo dinamite la batalla que mantiene contra los nuevos tiempos del Central. El médico se enterará de que ha sido la propia Manuela Rubio quien le ha propuesto el trabajo a su hijo, lo que le llevará a entenderlo como un asunto personal.
En la enfermería de la cárcel, Héctor se ocupará de atender al preso que se ha autolesionado con la intención de fugarse. Se ha tragado algún objeto y, aunque al principio no parece que el asunto revista importancia, una súbita hemorragia interna complicará las cosas, por lo que Héctor no podrá evitar que el preso muera.