Celia es una niña de siete años, perteneciente a una familia de la burquesía madrileña en los primeros años de la República. Está convencida de que su madre es realmente un hada, y de que a ella no le puede pasar nada. En cuanto a su padre, cree que es el hombre más guapo y bueno del mundo. De la educación de Celia se encarga Miss Nelly, una inglesa austera, con quien la niña no congenia. La madre no encuentra mejor solución que rogarle a su niñera de la infancia, Doña Benita, que venga a cuidar a Celia.