Ana está preocupada porque no se siente capaz de excitarse, que piensa en sexo y se bloquea y le está afectando mucho en una escena de su serie, quiere que la directora la cambie porque no interpreta bien la pasión con su compañero de escena. Rebeca le convence de que busque ayuda médica. Ana llama a su ginecólogo e intenta explicarse… lo que no sabe es que en realidad está al teléfono con su portero, que se llama igual que el doctor. Y flipa cuando Ana le asegura que él puede ayudarle con su libido. Ana descubre que ha llamado al portero y se muere de vergüenza. Sus amigos dicen que lo que necesita es un maromo y le organizan una mega fiesta.