Mestizo por ascendencia materna, criollo por la paterna, Porfirio Díaz escalo la piramide de la historia mexicana entre otros peldaños, como soldado valeroso y general certero hasta llegar a la cima, y se quedo en ella treinta años, para bien y para mal. Su vida representa el destino del México de su generación. En su actitud familiar se adivina la vasta paternidad que, con el tiempo, ejerceria sobre el país entero.