Un niño perdido siempre es un caso de alta prioridad para la policía. Sin importar si la criatura se fue de aventura, escapó de casa o se ha lastimado, se debe trabajar diligente y rápidamente para devolver al niño a la seguridad de su hogar, con sus padres. Cuantas más horas o días pasen, mayor será el riesgo de que suceda algo peor; de que se haya cometido un delito. Y, a medida que pasa el tiempo, se vuelve más difícil encontrar testigos y pistas que puedan ayudar a aclarar las cosas. En el caso que estás por escuchar nunca se logró devolver a la criatura a su hogar, con su madre. La policía presume que fue víctima de un crimen que nunca ha sido esclarecido. Si Heidi vive, este año cumple 41 años.