Un día de noviembre, gris y tranquilo, en un vecindario al sur de Århus. Año 1967. Tocan a la puerta de la moderna vivienda. La señora de la casa abre e invita al desconocido a pasar. 10 minutos después, la hermosa morada está convertida en una escena del crimen, con solo un testigo malherido. Durante más de medio siglo, Policía, periodistas y otros curiosos con aire de detectives han intentado en vano descubrir quién era aquél extraño y, ante todo, por qué llegó para matar.