Silvia toma la decisión de dar por terminada su relación con Fabio al no sentirse dispuesta a soportar la existencia de una tercera persona en su clandestina relación amorosa, tras tomar la presencia de Fabio en su casa como un chantaje que la obliga a aceptar todos los beneficios que Fabio le proporciona a su ex esposa Abril tras aceptarla como huésped de su casa y creerlos retomando su antigua relación de pareja. Ante las interrogantes expuestas por sus hijos Tomasito y Victoria Amanda se obliga a minimizar los motivos de su discusión esperando despreocuparlos al llevar ella en silencio la cruz de las irresponsabilidades cometidas por su esposo.